La igualdad como la define la real academia de la lengua: Relación entre dos cosas iguales, paridad, juzgar igual, uniformidad. Es un termino muy amplio y visto desde ese modo la igualdad es una quimera.
Este valor no se da de manera natural, por lo tanto tiene que estar regido por leyes y normas y desde ese momento se tiende a caer en la infracción de un derecho fundamental como lo es el trato equitativo.
El filósofo Aristóteles distinguía 2 clases de justicia:
Conmutativa: que era una igualdad absoluta entre una prestación y una contraprestación.
Distributiva: preconiza la igualdad proporcional en el trato dado a diferentes personas.
La medula de la justicia es la idea de igualdad. La justicia reviste la forma de lo general y aspira siempre sin embargo a tener en cuenta el caso concreto ya al individuo concreto en su individualidad.
Retomando el último punto del filosofo, que es el motivo de este ensayo. Se vive en una sociedad opresora, de esta manera se puede decir que no existe la igualdad; pues se vive en matriarcados en donde la voz y el voto no existen pues absorbido por una minoría. Y este fenómeno no solo se vive de manera exclusiva en el motor principal de la sociedad que es la familia ya que se vive en todos los grupos sociales en donde solo se escucha la palabra de los más fuertes o aparentemente más calificados; pero de lo que la mayoría podría estar seguro es que posiblemente no sean los adecuados; hay que dejar paso a la diversidad para entender otras propuestas, para que converjan libremente los puntos de vista de la mayoría de las personas.
De esta manera se puede decir también que no solo la igualdad es una quimera, también lo es el respeto, ya que individualmente como personas se nos olvida de manera intransigente respetar a las personas o quizá por el hecho de que la manera en que nos imaginamos el respeto no es la misma o quizá sea sobrevalorizada la de los demás por lo que es un choque frontal de las creencias que tenemos acerca de estos temas tan fundamentales e imprescindibles a la vez.
Quizá debamos re-analizar el contrato social poner más atención a lo que realmente esta escrito pues el lo menciona de manera explicita que el hombre es débil por naturaleza, por eso debe buscar protección de alguien más fuerte en este caso del estado, sin embargo, tal vez aprovechándose de eso y de una manera paternal la gente de buena voluntad tiende a cuidar a los más desfavorecidos por una cuota que la mayoría no puede pagar.
La igualdad no existe en los términos más básicos por el hecho de que no todos estudian y los que si estudian no estudian lo mismo. O no todos tienen el mismo sueldo, ni las mismas ventajas y si es que existiera como tal, se ha demostrado con los modelos socialistas que de cualquier forma la sociedad no es feliz. Estos modelos absurdos nos llevan al análisis y el análisis no siempre es una tarea sencilla, más bien es una tarea laboriosa que no todos están dispuestos a emprender.
Por el empeño y tiempo que se necesita. Sin embargo es una tarea que se debe atender en casos que a veces subestimamos o que damos por hecho en un tema como la igualdad; recordemos que no todo esta dicho y que depende mucho de nosotros que la naturaleza de las cosas cambien poco a poco porque no se dará de manera radical pero al empezar uno a uno es probable que se efectué el efecto domino que hará una revolución interna en la sociedad.
Este valor no se da de manera natural, por lo tanto tiene que estar regido por leyes y normas y desde ese momento se tiende a caer en la infracción de un derecho fundamental como lo es el trato equitativo.
El filósofo Aristóteles distinguía 2 clases de justicia:
Conmutativa: que era una igualdad absoluta entre una prestación y una contraprestación.
Distributiva: preconiza la igualdad proporcional en el trato dado a diferentes personas.
La medula de la justicia es la idea de igualdad. La justicia reviste la forma de lo general y aspira siempre sin embargo a tener en cuenta el caso concreto ya al individuo concreto en su individualidad.
Retomando el último punto del filosofo, que es el motivo de este ensayo. Se vive en una sociedad opresora, de esta manera se puede decir que no existe la igualdad; pues se vive en matriarcados en donde la voz y el voto no existen pues absorbido por una minoría. Y este fenómeno no solo se vive de manera exclusiva en el motor principal de la sociedad que es la familia ya que se vive en todos los grupos sociales en donde solo se escucha la palabra de los más fuertes o aparentemente más calificados; pero de lo que la mayoría podría estar seguro es que posiblemente no sean los adecuados; hay que dejar paso a la diversidad para entender otras propuestas, para que converjan libremente los puntos de vista de la mayoría de las personas.
De esta manera se puede decir también que no solo la igualdad es una quimera, también lo es el respeto, ya que individualmente como personas se nos olvida de manera intransigente respetar a las personas o quizá por el hecho de que la manera en que nos imaginamos el respeto no es la misma o quizá sea sobrevalorizada la de los demás por lo que es un choque frontal de las creencias que tenemos acerca de estos temas tan fundamentales e imprescindibles a la vez.
Quizá debamos re-analizar el contrato social poner más atención a lo que realmente esta escrito pues el lo menciona de manera explicita que el hombre es débil por naturaleza, por eso debe buscar protección de alguien más fuerte en este caso del estado, sin embargo, tal vez aprovechándose de eso y de una manera paternal la gente de buena voluntad tiende a cuidar a los más desfavorecidos por una cuota que la mayoría no puede pagar.
La igualdad no existe en los términos más básicos por el hecho de que no todos estudian y los que si estudian no estudian lo mismo. O no todos tienen el mismo sueldo, ni las mismas ventajas y si es que existiera como tal, se ha demostrado con los modelos socialistas que de cualquier forma la sociedad no es feliz. Estos modelos absurdos nos llevan al análisis y el análisis no siempre es una tarea sencilla, más bien es una tarea laboriosa que no todos están dispuestos a emprender.
Por el empeño y tiempo que se necesita. Sin embargo es una tarea que se debe atender en casos que a veces subestimamos o que damos por hecho en un tema como la igualdad; recordemos que no todo esta dicho y que depende mucho de nosotros que la naturaleza de las cosas cambien poco a poco porque no se dará de manera radical pero al empezar uno a uno es probable que se efectué el efecto domino que hará una revolución interna en la sociedad.
Diccionario de la lengua Española
Apuntes de la materia
Introducción al estudio del derecho
Eduardo García Maynes
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