1 Crear estructuras organizativas y desarrollar estilos de dirección basados en la delegación, no en la concentración de todo el poder de la cima de la pirámide organizativa. 2 Exigir a los empleados que tomen decisiones, en vez de sancionar a los que lo hacen. 3 No compensar el inmovilismo y la sumisión (no recurrir al miedo) 4 Promover a los empleados que demuestren poseer los dotes necesarios para la toma de decisiones, en vez de promover a los que siempre dicen “sí, señor” 5 Premiar y recompensar a quienes toman decisiones favorables para la empresa, en vez de coartarlas.
Apuntes de Mercadotecnia